"El año pasado la cifra de adopciones por parte de ciudadanos extranjeros fue de unos 900 niños, mientras que durante los años anteriores alcanzaba los 3.000", aseguró Lébediev, destacando que esa tendencia está relacionada con el programa de prioridad para los padres adoptivos nacionales.
A partir del 1 de enero de 2013 en Rusia entró en vigor la Ley de Dima Yákovlev que prohíbe la adopción de huérfanos rusos por familias estadounidenses, en respuesta al Acta Magnitski que el Senado de EEUU aprobó el 6 de diciembre de 2012 para imponer sanciones contra una decena de funcionarios rusos supuestamente vinculados con la muerte del abogado Sergéi Magnitski.
Dima Yákovlev fue adoptado en Estados Unidos en 2008 y murió cuando su padre adoptivo lo dejó dentro de un coche en plena ola de calor. El estadounidense logró evitar un castigo por el fallecimiento del niño.