El nuevo primer ministro griego y líder de la coalición de izquierda radical, Syriza, que ganó las recientes elecciones, Alexis Tsipras, prometió poner fin a la política de austeridad impuesta por el Gobierno alemán, al que responsabiliza de la crisis que vive Grecia, y abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre Atenas y sus socios europeos.
Anunció también que exigirá que se condonen los créditos de la Troika que se gastaron para estabilizar la deuda soberana y, en parte, para asegurar el gasto público.
Tsipras declaró también que Atenas junto a Chipre podrían convertirse en "un puente para la colaboración entre Europa y Rusia" cuyas relaciones empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, tras la adhesión de Crimea a Rusia en marzo pasado, calificada por los países occidentales como ilegal.