Además destacó que los encuentros que se realizan esos días es "el aumento del nivel de contactos".
Indicó que antes se planeó celebrar el encuentro de líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania en Astaná, pero éste siempre se suspendió porque la canciller alemana, Angela Merkel, "vinculaba la posibilidad de celebrar semejante reunión con la posibilidad real de conseguir el éxito". Ahora, "los acontecimientos en el terreno son tan dramáticas y las pérdidas son tan grandes que este criterio ya no se aplica y ha empezado un nuevo maratón diplomático", aclaró.
El 6 de enero Merkel y el presidente francés, François Hollande, se reunieron en Moscú con el líder ruso, Vladímir Putin, para presentarle un plan de paz para el arreglo de la crisis en Ucrania, cuyos detalles no se revelan. Un día antes Merkel y Hollande se entrevistaron en Kiev con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko.
Se prevé que el 11 de enero Merkel, Hollande, Poroshenko y Putin se reunirán en Minsk.