Putin reiteró que la OTAN traslada sus infraestructuras hacia las fronteras rusas e ignora los intereses de Moscú.
También denunció los intentos de "desvincular de Rusia a varias naciones postosviéticas" en el marco de la Asociación Oriental de la UE.
"Estas tendencias negativas tuvieron su culminación en la crisis de Ucrania", remarcó el presidente ruso, convencido de que "los ultranacionalistas, tras conquistar por vía armada el poder (en Kiev), han colocado el país al borde de escisión y desatado una guerra fratricida".
También alertó contra los intentos de presionar económicamente sobre Donbás al indicar que "conducen a un callejón sin salida, con el riesgo de una gran catástrofe".
Insistió en que el Gobierno de Kiev "escuche a su propio pueblo (…) y logre acuerdo con todas las fuerzas políticas y regiones" de Ucrania.
El presidente apuntó que "Rusia aboga por una solución coherente y exclusivamente política de la crisis en Ucrania a partir de los acuerdos de Minsk" que, recordó, fueron logrados en gran medida gracias a la iniciativa y los esfuerzos de Moscú.