"Debemos comprenderlo y aumentar el nivel de soberanía también en el ámbito de la economía", dijo el presidente.
Putin descartó que se desate una guerra contra Rusia, sin embargo, subrayó que "hay intentos de contener el desarrollo de Rusia de diferentes maneras".
Según el líder ruso, también se observan intentos de congelar el orden mundial establecido tras la disolución de la URSS con solo un líder que "según se supone, puede hacer todo lo que quiera".
"Este orden no conviene a Rusia", aseveró Putin.
Subrayó que Rusia, a su vez, no busca la guerra, sino aboga por la cooperación con todos.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, tras la adhesión de Crimea a Rusia en marzo pasado que los países occidentales califican de "anexión ilegal".
EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú que afectan tanto a particulares como a empresas concretas y a sectores enteros de la economía rusa. En respuesta, Rusia embargó por un año algunas importaciones alimenticias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.