Cavusoglu ha dicho que no deseaba asistir a una sesión conjunta con una delegación israelí, encabezada por el ministro de Asuntos de Espionaje, Yuval Steinitz.
En un comunicado, Lieberman ha afirmado que la decisión de Turquía "demuestra una vez más que fue un gran error pedir disculpas a Turquía" por la muerte de 9 activistas turcos en un asalto de las fuerzas israelíes a la Flotilla de Gaza en 2010.
Netanyahu telefoneó a Erdogan en marzo 2013 para pedirle disculpas por las muertes de los activistas, que viajaban a bordo del barco Mavi Marmara.
Lieberman ha aseverado que mientras Turquía esté liderada por sus actuales dirigentes, encabezados por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, no hay ninguna posibilidad de mejorar las relaciones.
"La Turquía de Erdogan es un país que sólo desea atacar e incitar a Israel", ha dicho Lieberman. Israel debe actuar en consecuencia "y salvaguardar sus intereses".
El ministro Steinitz también ha emitido un comunicado criticando la decisión de Turquía. "Israel participará en cualquier conferencia internacional, tanto si le gusta a Turquía como si no", ha subrayado.
Según Steinitz, el boicot de Turquía demuestra que se identifica "con el Islam radical y con grupos terroristas como los Hermanos Musulmanes y Hamás". Más que dañar a Israel, la decisión turca "proyecta una sombra pesada sobre el futuro y el carácter de Turquía", ha sentenciado el ministro.
Cavusoglu había dicho antes en una rueda de prensa en Berlín que "iba a asistir a la conferencia, pero luego hemos decidido que no porque en el último minuto han añadido a las autoridades israelíes a la sesión de Oriente Medio".
La conferencia de seguridad, que dura tres días, ha reunido a los principales líderes mundiales, diplomáticos y funcionarios de defensa.