Según el comunicado del Ministerio de Defensa de Brasil, el vuelo tuvo una duración aproximada de 79 minutos con cuatro personas a bordo: dos ingenieros de la compañía, un piloto de prueba y el piloto principal, el Coronel de las FAB, Marco Oliveira Lima. El ensayo tuvo lugar en el aeródromo que la empresa aeronáutica brasileña Embraer posee en Gaviao Peixoto, estado de Sao Paulo.
"El KC-390 será la columna vertebral de la aviación de transporte de las FAB. Desde la Amazonia a la Antártida, la flota de 28 aeronaves tendrá un papel fundamental en los más diversos proyectos del Estado brasileño, desde la investigación científica a la defensa de la soberanía", declaró el comandante de las FAB, Nivaldo Luiz Rossato, junto al presidente de Embraer, Frederico Fleury Curado.
Proyectado para sustituir al tradicional modelo C-130 Hércules norteamericano en las misiones de transporte de tropas y carga, lanzamiento de paracaidistas y combate de incendios, entre otros, el avión está capacitado para operar en pistas sin asfalto y en las condiciones climáticas más extremas pudiendo alcanzar los 870 km/h sobre los 671 km/h de su predecesor extranjero.
Las dimensiones de carga —18,54 metros de longitud por 3,45 metros de ancho y 2,95 metros de altura- le garantizan el espacio suficiente para transportar vehículos blindados, piezas de artillería, aviones semidesmontados, así como 80 soldados completamente equipados o 64 paracaidistas.
En total, los 35,20 metros de longitud del aparato por 35,05 de altura y los 11,84 metros de altura le proporcionan una capacidad total de carga de 23 toneladas, el equivalente a 1,5 vehículos blindados VBTP-MR Guaraní de Iveco, con una autonomía total del vuelo de 6.019 kilómetros aunque con capacidad para la maniobra de repostaje en pleno vuelo desde/ hacia otro avión o un helicóptero cisterna.
Con un coste total de 7.200 millones de reales(2.657 millones de dólares), las 28 unidades el KC-390 serán entregadas por Embraer a las FAB en los próximos doce años, en un proyecto que incluye además otras 50 empresas brasileñas y la colaboración de Argentina, Portugal y la República Checa, entre otros.