Se trata de la plataforma Brent Delta que ha operado desde 1976 y ha dejado de ser rentable después de que el crudo perdiera un 50% de su valor.
Para 2040 la compañía prevé desmontar las 30 plataformas en la región lo que costará miles de millones de dólares.
A finales de enero la empresa anunció una reducción de 1.500 millones de dólares en las inversiones durante los tres próximos años en respuesta a la caída de precios del crudo.