"Teniendo en cuenta la creciente amenaza de Corea del Norte y la amenaza potencial de Irán, el Pentágono solicita 9.600 millones de dólares para la defensa antimisiles", dice el documento. Además se prevé asignar 51.000 millones de dólares para las operaciones militares en el extranjero, un 21% menos que en 2015.
Según el proyecto presupuestario, dicho importe se destinará en particular a la lucha contra los yihadistas del Estado Islámico, así como a garantizar una "transición responsable" en Afganistán tras la retirada de las fuerzas de la ISAF y también "contrarrestar las acciones agresivas de Rusia y apoyar a los aliados y socios en Europa".