El piloto, el teniente Muaz al Kasasbeh, fue capturado cuando su avión cayó el pasado diciembre en una misión para apoyar a la coalición militar contra el Estado Islámico liderada por Estados Unidos.
El portavoz del Gobierno jordano, Mohammed al Momeni, ha dicho a la agencia oficial de noticias jordana Petra que la administración está haciendo "todo lo posible para salvar la vida y lograr la liberación del piloto".
"Se han movilizado todos los organismos del Estado para asegurar la prueba de vida que se requiere para que pueda ser puesto en libertad y regresar a su casa”, ha explicado Al-Momeni.
Desde que cayó en manos del EI, no se han tenido noticias de Kasasbeh. Su familia se aferra a la esperanza de que el asesinato de Kenji Goto no esté vinculado directamente al destino del joven piloto.
El peligro para el gobierno jordano es que los yihadistas pueden considerar a Kasasbeh como un rehén de un valor particularmente elevado debido a su papel en la campaña aérea de la coalición anti-EI.
Esto podría hacer que los yihadistas exigieran un alto precio político por su libertad, si pueden demostrar que todavía está vivo.