Según el mismo, los servicios de inteligencia reciben las informaciones vía redes móviles y satélites de telecomunicación alrededor de todo el mundo.
Las datos sobre los 220 millones de llamadas y SMS se almacenan en servidores especiales durante 10 años, dice el artículo.
Las informaciones obtenidas permiten localizar a una persona y a su interlocutor, así como averiguar las relaciones que tienen los miembros de un determinado grupo de usuarios.