La mayoría de los muertos son miembros de las fuerzas de seguridad egipcias, contra quienes estaban dirigidos los ataques y que intentan acabar con el grupo yihadista.
En un Twitter difundido esta mañana, Ansar Beit al-Maqdis afirmó que llevó a cabo “ataques extensos y simultáneos en las ciudades de El-Arish, Sheij Zuweid y Rafah”.
La violencia en el Sinaí, especialmente contra las fuerzas de seguridad, ha aumentado en los últimos años y más aún desde que un golpe militar derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi, en julio de 2013.
El norte del Sinaí, la zona más afectada por la violencia, se encontraba en estado de alerta y bajo toque de queda desde el pasado octubre, cuando el mismo grupo que llevó a cabo los ataques de ayer mató a al menos 33 soldados egipcios en otro atentado.