Bergling comenzó a trabajar para la policía sueca en 1958 y en 1969 entró en los servicios secretos de la URSS.
A mediados de los setentas, la Policía de Seguridad Sueca comenzó a sospechar que uno de sus colaboradores filtraba información a la URSS. En 1977 Bergling fue detenido en Israel. El proceso de Bergling se convirtió en el mayor escándalo de espías en la historia de Suecia. El 7 de diciembre de 1979 Bergling fue condenado a cadena perpetua por alta traición.
El espía, en particular, suministró a la URSS información sobre instalaciones de defensa de Suecia a cambio de recompensa económica.
En octubre de 1987, mientras estaba de permiso, consiguió fugarse a Rusia junto a su mujer. Durante unos años vivieron en Moscú, Budapest y el Líbano. En 1994 regresaron voluntariamente a Suecia a causa de problemas de salud. Bergling volvió a entrar en la cárcel, pero en 1997 obtuvo la libertad condicional.