El veto al 'fracking' en Escocia ha sido confirmado en la tarde de este miércoles por el consejero autonómico en Energía, Fergus Ewing.
La moratoria se mantendrá hasta que se complete un estudio exhaustivo sobre el impacto de esta técnica no convencional en la salud pública y el medio ambiente, según ha confirmado Ewing. El informe será complementado con una consulta entre los residentes en Escocia.
El Gobierno escocés se distancia así del Ejecutivo del Reino Unido, que esta semana ignoró la recomendación de un comité parlamentario para suspender las exploraciones con 'fracking' debido a las incertidumbres de la técnica y sus efectos en el cambio climático.
El primer ministro, el conservador David Cameron, ha dejado clara su intención de "ir a por todas" en apoyo de este sector de la industria energética, que ha alcanzado una "fase crítica" de despegue en Reino Unido, según denuncia el comité de Auditoría del Medio Ambiente.
En los dos últimos años, el gobierno central ha reducido la carga fiscal sobre los futuros beneficios de extracciones con fracking y ha aumentado el techo de las desgravaciones sobre inversiones de exploración de carburantes fósiles 'onshore'.
Además, la administración central diseñó una fórmula de recompensas económicas a las comunidades afectadas para mitigar la oposición de los residentes. Las empresas han de comprometerse a invertir un mínimo de 20.000 libras (unos 24.000 euros) en proyectos comunitarios y a traspasar el 1% de sus ingresos a los respectivos ayuntamientos.
Las protestas sin embargo no decaen. El foco se centró este miércoles en Preston, en el condado de Lancashire, donde las autoridades regionales debían pronunciarse sobre los planes de Cuadrilla, la compañía pionera en perforación hidráulica en Reino Unido.
Presidida por John Browne, ex consejero delegado de BP ahora elevado a lord, Cuadrilla se vio forzada a clausurar en 2011 las operaciones de fracking en el norte de Inglaterra al registrarse temblores de tierra en el área.
Ahora ha solicitado permiso para perforar cuatro pozos en dos zonas rurales del mismo condado inglés. Los concejales demoraron hoy la decisión durante ocho semanas, provocando un gran malestar entre activistas que anticipaban una repuesta negativa a los directores de Cuadrilla.
"La gente no está de acuerdo con la intención del Gobierno de convertir Lancashire en Tejas", señala a Sputnik Nóvosti Bert Wander, de la organización internacional de protestas online Avaaz.
"Hemos recibido cerca de 50.000 firmas en menos de 48 horas", añade Wander respecto a la campaña contra Cuadrilla.
"La población es consciente de las enormes incertidumbres del fracking en cuenta a seguridad para salud y el medio ambiente y quiere que se escuchen sus voces", afirma a esta agencia el responsable en Londres de Avaaz.
