"La idea de sanciones es una locura y un mecanismo inefectivo para resolver la situación en Ucrania", advierte el catedrático de la Universidad de Kent en declaraciones a Sputnik Nóvosti.
Los jefes de Gobierno y Estado de los 28 países de la UE acordaron extender las restricciones en respuesta a la escalada de los ataques en el este de Ucrania, registrados desde el fin de semana pasado.
Las medidas se discutirán en la cumbre de Exteriores prevista este jueves en Bruselas, aunque es probable que la decisión final se demore unos días.
"La EU está dividida en el tema de las sanciones y será interesante ver qué posición adoptan los países más sensibles del sur. España e Italia, en particular, se han quedado marginados, pero deberían alzar la voz y tener coraje para presionar a favor del diálogo y la diplomacia", sostiene el académico británico de origen polaco.
Especialista en historia y política rusa —completó su doctorado en la Universidad Estatal de Moscú y trabajó en la capital rusa en la década de los ochenta- el profesor acaba de publicar "Frontline Ukraine: Crisis in the borderlands", su última investigación sobre el conflicto en Ucrania.
"Las sanciones son una forma de guerra y así se perciben en Rusia. No aportan nada pero conducen a un desastroso callejón sin salida. Es una situación peligrosa", advierte Sakwa a esta agencia.
Para el también miembro del Programa Rusia y Eurasia del Real Instituto en Asuntos Internacionales, la reputada Chatham House londinense, insistir en penalizaciones económicas contra Moscú es una "paradoja" y una táctica fallida.
"El presidente Barak Obama nos dice que ha aprendido la lección de que las sanciones no funcionan. Se refiere por supuesto a Cuba, pero ahora Estados Unidos y la UE quieren imponer más sanciones a Rusia. Sugieren que nada se ha aprendido", protesta en conversación telefónica.
El académico británico urge a los socios europeos a presionar al Gobierno de Kiev para que cumpla su parte de los acuerdos de Minsk, del pasado setiembre.
"Los acuerdos son un paquete completo, que compromete a ambos lados. Pero respaldado por Occidente, Kiev se resiste a mover ficha", protesta.
De acuerdo con Sakwa, el presidente ruso Vládimir Putin "ha demostrado su voluntad de contribuir al diálogo, ejercer presión sobre los insurgentes e implementar los acuerdos de Minsk".
"Rusia ha endurecido la retórica en los últimos días y se corre el riesgo de una guerra a gran escala. Está claro que la estrategia internacional es un fracaso que solo exacerba la situación", recalca el profesor de la universidad de Kent, al sureste de Inglaterra.
Las sanciones, según advierte el experto británico, son factibles de causar el efecto contrario al objetivo de los aliados occidentales.
"Rusia se encuentra arrinconada y podría dar apoyo completo a los insurgentes. Entonces, una guerra en Europa pasaría a ser una guerra global. Es un riesgo que llevo resaltando desde hace dos años", advierte Sakwa.