"Se ha prestado ayuda (psicológica) a más de 92.700 personas, de ellas más de 57.700 son civiles que se vieron obligados a abandonar el territorio de Ucrania", comunica el informe anual de la entidad.
Durante el pasado año en diferentes regiones de Rusia se crearon más de 1.000 puntos de alojamiento provisional donde recibieron cobijo más de 200.000 personas.
Los últimos datos revelan que actualmente siguen funcionando unos 530 establecimientos de refugio en los que están alojadas unas 28.000 personas, de ellas al menos 9.000 menores.
En estos locales, creados en antiguos albergues, campamentos u hostales, los refugiados reciben ayuda médica y psicológica, alimentos y consultas jurídicas.
En abril del año pasado las autoridades ucranianas emprendieron una operación especial en el sureste del país que provocó la huida masiva de la población civil de la zona, en gran parte a Rusia.
Según el último informe de la ONU, durante el conflicto han muerto más de 5.000 personas, aunque las cifras reales pueden ser más altas, unas 11.000 personas resultaron heridas.
El pasado 9 de diciembre comenzó una nueva rueda de conversaciones entre las milicias de Donbás y las fuerzas gubernamentales ucranianas con mediación de la OSCE, pero el 9 de enero la situación se agudizó nuevamente tras intensificarse los ataques a ciudades.