En 2014, un promedio de 197 niños permanecieron en detención militar cada mes, el 13% eran menores de 16 años, asegura el informe.
"Los niños generalmente son arrestados por soldados fuertemente armados, les vendan los ojos y les atan las muñecas a la espalda antes de ser transportados a un centro de interrogación", afirma el informe de CRIN.
Los niños interrogados acerca de su experiencia con frecuencia hablan de abusos verbales y físicos durante su detención, afirma el documento.
Según una investigación llevada a cabo por Defense for Children International-Palestine (Defensa de los Niños Internacional-Palestina) citada en el informe, el 56% de los niños cuentan que han experimentado técnicas de interrogatorio "coercitivas" mientras han estado bajo custodia israelí.
Alrededor del 42% de los niños arrestados dice que firmaron documentos en hebreo, a pesar de que la mayoría no hablan ni entienden este idioma.
El 22% de menores detenidos dice que fueron sometidos a 24 horas de confinamiento solitario, hecho que constituye una violación de las normas internacionales.
"Esta detención es una clara violación de los derechos de los niños, según varios tratados internacionales de derechos humanos de los que forma parte Israel", señala el informe del CRIN.
El relator especial de la ONU sobre la Tortura ha pedido que se prohiba completamente la incomunicación de los menores y ha advertido que “puede equivaler a tortura o trato cruel, inhumano o degradante”.
Según el relator, también puede tratarse de “castigo cuando se utiliza como tal durante la detención previa al juicio, de forma indefinida o por períodos prolongados, para menores o personas con discapacidades mentales".
El informe indica que, si bien es técnicamente posible presentar una queja sobre la forma en que se trata a un niño bajo detención israelí, “las quejas son generalmente desestimadas” y hay "muy pocos ejemplos de soldados castigados por malos tratos" a niños.
El documento destaca el caso de una niña de 14 años de Ramallah (Cisjordania) arrestada el 31 de diciembre y encarcelada 22 días en Israel antes de que se emitiera una sentencia contra ella.
Un tribunal militar israelí la acusó de tirar piedras, bloquear una carretera y llevar un cuchillo y la condenó “a dos meses de cárcel y a pagar una multa de 1.528 dólares”. Su padre cree que la forzaron a confesar y dijo que “parecía muy asustada y angustiada”.
"La difícil situación de esta chica ha puesto cara a un sistema que habitualmente aplasta los derechos del niño", señala el CRIN.
El informe recomienda reformas en el sistema, pero destaca que los grupos pro-derechos humanos ya han hecho hasta ahora infinitas recomendaciones en relación con el tratamiento de los niños palestinos en las cárceles israelíes que no han sido escuchadas por las autoridades de Israel.
No obstante, el CRIN hace hincapié en que en un sistema judicial militar los niños nunca podrán ser bien tratados.
"Independientemente de la formulación de la ley militar, nunca puede proteger a los niños de la misma manera que un sistema de justicia civil de menores que sitúa el interés del niño en el centro de su trabajo”, dice el informe.
