"Pienso que los argumentos de la Fiscalía son un poco forzados, lo que puede evidenciar el carácter preconcebido de las acusaciones", dijo Kocherin. Según Kocherin, las alegaciones sobre la experiencia personal del perito y la sospecha de que Buriakov usó un código para la comunicación parecen "poco convincentes". Tampoco queda claro si el detenido trabajó para el Gobierno ruso.
"A fin de cuentas será el Tribunal el que decidirá, pero creo que los abogados tienen argumentos de peso para desmontar esta acusación ficticia", añadió.
Por su parte, otro abogado, Serguéi Gorbachov, considera que este incidente es resultado de la complicación de la situación geopolítica. "Dudo que se pueda hablar de un escándalo de espionaje, hay que ver primero si dichos sucesos efectivamente han tenido lugar y si se ha cometido el delito del que se le acusa", dijo Gorbachev.
El lunes, agentes del FBI arrestaron en Nueva York a un representante del banco ruso Vneshekonombank en EEUU, Eugueni Buriakov, acusado de recopilar datos económicos. Dos miembros más de la supuesta trama de espionaje, Ígor Spórishev y Víctor Podobni, gozan de inmunidad diplomática y no residen actualmente en el territorio de EEUU, por lo que no fueron arrestados.
Los tres sospechosos, presuntamente los agentes del Servicio ruso de Inteligencia Extranjera, podrían ser condenados a hasta 15 años de la cárcel en EEUU.
