Las llamadas "comfort women" o "ianfu" en japonés son un tema de fricción habitual tanto entre los sectores sociales japoneses como entre Tokyo y los países que sufrieron su imperialismo. Muchos japoneses negacionistas o revisionistas aseguran que esas 200.000 mujeres eran en realidad prostitutas que aceptaron voluntariamente dar servicios sexuales a las tropas japonesas antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
Los demandantes, entre los que se cuentan periodistas, investigadores o abogados, aseguran que el diario Asahi Shimbun "dañó los derechos personales y el honor de los japoneses". Como compensación exigen una suma de 10.000 yenes (84 dólares) por cabeza, según la agencia de noticias Kyodo.
Chinese and Malayan girls forcibly taken from Penang by the Japanese to work as 'comfort women'. 1945. pic.twitter.com/1EkguWxPVY
— Historical Images (@Historicalmages) January 25, 2015
La demanda nace en 18 artículos que el diario publicó en las décadas de 1980 y 1990 y en los que un hombre llamado Seiji Yoshida, ya muerto, relataba que había tomado parte en el reclutamiento forzoso de mujeres en la isla de Jeju, hoy coreana y entonces bajo el régimen japonés.
El diario hubo de admitir el pasado año que había falsedades en las historias de Yoshida y los retiró.
Los negacionistas se han agarrado al error del diario para subrayar la supuesta falsedad de unas acusaciones que han sido corroboradas por el grueso de los historiadores globales.
También el primer ministro y nacionalista, Shinzo Abe, ha denunciado que los artículos del Asahi han manchado la imagen del país en el exterior. "No existen evidencias de que las autoridades japonesas tomaran a la fuerza a las 'comfort women'", asegura la demanda encabezada por Shoichi Watanabe, profesor de la Universidad de Sophia.
Watanabe es un célebre ultranacionalista que también niega la existencia de la célebre matanza de Nanking, la antigua capital china, donde decenas o centenares de miles de civiles fueron asesinados cuando ya se habían rendido.
"El Asahi Shimbun ha estado poseído por fantasías socialistas e infectado por ideologías antijaponesas y autodegradantes", continúa la demanda, que culpa al medio de "humillar a los hombres que sin egoísmo pusieron sus vidas en la misión de la independencia y modernización de Japón".
Los intentos de los sectores nacionalistas de Japón por rescribir la Historia han arruinado las relaciones con China, principal víctima del imperialismo nipón.
También Corea del Sur, de donde venía la gran mayoría de las comfort women, arrastra un largo pleito con Tokyo.