Los estudiantes desarrollaron este innovador avión no tripulado con la tecnología apropiada para detectar a estos animales desde el aire y enviar la información en tiempo real de su situación vía Internet.
El avión no tripulado detectará también la localización de los cazadores furtivos gracias a una cámara térmica que lleva incorporada.
El objetivo de este aparato es fabricarlo con un bajo coste para que pueda ser utilizado en los distintos parques naturales de África.
El proyecto se enmarca en un concurso internacional convocado por la organización sudafricana Wildlife Conservation UAV Challenge.
La convocatoria consistía en encontrar una solución a la caza furtiva de estos animales.
La última estimación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) que en los últimos 10 años la caza furtiva de elefantes y rinocerontes ha aumentado un 63%. Actualmente hay entre 470.000 y 690.000 mamíferos en peligro en las zonas de mayor actuación de los furtivos.
Según los autores del estudio, África central, Tanzania y Mozambique son las zonas más afectadas.
El objetivo principal de los furtivos es el marfil. Este tipo de cacerías aumentan cuando crece el precio de este material, que ya supera los 30 dólares por kilogramo.