"Pido liberar a Kenji, porque no es un enemigo del Estado Islámico, siempre ha dicho que quiere ayudar a los niños en las zonas conflictivas e hizo sus reportajes desde una posición neutral", dijo la mujer en rueda de prensa en Tokio.
También envió una carta abierta al EI donde recordó que Japón nunca ha actuado como adversario de los Estados islámicos y ha mantenido con ellos relaciones de amistad.
"En el Artículo 9 de su Constitución, Japón juró no librar guerras y no participa en hostilidades desde hace 70 años", señaló la madre y también exhortó al Gobierno de Japón a salvar su hijo.
En un vídeo publicado el martes, supuestos miembros del EI amenazaron con ejecutar a los dos rehenes japoneses, Haruna Yukawa y Kenji Goto, si no reciben un rescate de 200 millones de dólares antes de las 14.40 hora local (05.40 GMT) de este viernes.
La grabación incluye también un mensaje dirigido al primer ministro nipón, en que se señala que Japón "a pesar de estar a una distancia de 8.500 kilómetros, tomó parte en una cruzada contra el Islam".
Los yihadistas vinculan el monto del rescate exigido con la ayuda financiera que Japón asignó para luchar contra el Estado Islámico.
Según ellos, Tokio ha destinado 100 millones para impedir su propagación y otros 100 millones para liquidar al Estado Islámico.
El Gobierno nipón insiste en que la ayuda que presta Japón no tiene carácter militar sino humanitario.
Goto dirige la compañía Independent Press, especializada en documentales y reportajes desde zonas de conflicto en Oriente Próximo y África.
Viajó a Siria en octubre del año pasado.