"Uno de los problemas de Rusia es la enorme cantidad de abortos. Considero moralmente justificado eliminar del sistema de seguridad médica obligatoria las operaciones de interrupción artificial del embarazo que se pagan a costa de los contribuyentes, muchos de los cuales rechazan categóricamente los abortos", dijo el patriarca en la apertura de las Lecturas Navideñas en la Duma.
El jerarca eclesiástico ruso considera que para solucionar ese problema es imprescindible tomar una serie de medidas de ayuda a las familias, entre ellas la solución de los problemas de vivienda, apoyo material a las familias, así como motivar a los médicos a conservar la vida de los niños durante el período de gestación.
"En los últimos años el número de abortos ha disminuido, pero de todas formas la cifra es penosamente alta. Si logramos reducir a la mitad el número de abortos, tendremos un crecimiento demográfico estable y fuerte", subrayó el patriarca.
Propuso además que las familias que no logren tener hijos de forma natural adopten niños huérfanos en lugar de acudir a los servicios de madres de alquiler.
Anteriormente, Elena Mizulina, jefa del Comité para los asuntos de la familia, las mujeres y los niños del Parlamento ruso propuso prohibir la maternidad por encargo en Rusia.