La petrolera francesa tiene un 20% de las acciones del proyecto 'Yamal SPG', valorado en 26.900 millones de dólares, que supone la construcción de una planta de licuefacción de gas natural con capacidad para 16,5 millones de toneladas de gas licuado al año en la península de Yamal, al noroeste de Siberia. Además de Total en el proyecto participa la compañía rusa Novatekh (60% de las acciones) y la empresa gasista china CNPC (20%). "Emprendimos muchos esfuerzos para llegar a Rusia, no lo podemos arriesgar", dijo Pouyanné al diario The Financial Times, señalando que no hay que renegar de los socios "en los tiempos duros".
En el marco de las sanciones impuestas a raíz de la crisis en Ucrania, EEUU y la Unión Europea prohibieron a partir del 1 de agosto pasado suministrar a Rusia maquinaria para la perforación de pozos en aguas profundas y la extracción del crudo en el Ártico y de petróleo de esquisto en todo el territorio de Rusia.
No obstante, el líder de Total declaró que los bancos europeos y chinos financiarán el proyecto 'Yamal SPG' a partir de mediados del 2015.
En noviembre pasado Pouyanné expresó su esperanza de que Total siga trabajando en Rusia durante mucho tiempo y calificó de "estratégica" la decisión de Christophe de Margerie (el anterior jefe de Total) de llegar a Rusia.