La Fiscalía pide para ellos 33 años de cárcel por los hechos ocurridos el 15 de mayo de 2009 en un barrio de Barcelona.
Dos de ellos, Bryan-Johan M. y Pablo Roberto G, fueron los primeros en declarar y negaron haber intentando asesinar a cuchilladas y por revancha a los dos jóvenes de Trinitarios.
Ambos alegaron que no estaban en el lugar de los hechos y que ya no pertenecían a la banda llegada desde latinoamerica pero muy implantada en España. Los 15 restantes testificarán en los próximos días.
Según el relato de la propia Fiscalía, los 17 acusados y cuatro menores se dirigieron a la plaza barcelonesa de Joan Riera "con la intención de causar la muerte de los que consideraban sus enemigos", miembros de la banda rival.
A la "cita" acudieron con bates de béisbol, cuchillos, navajas o machetes, entre otros objetos.
Las víctimas, que en aquel entonces tenían entre 18 y 19 años, resultaron gravemente heridas por arma blanca y golpes que afectaron a órganos vitales.