Según las informaciones recogidas por el diario brasileño, Folha de Sao Paulo, el precio inicial del proyecto presentado por Costa y aprobado por la dirección de Petrobras pasó de 2.000 millones a un total de 18.800 millones de dólares, debido a "revisiones relevantes" ejercidas desde el despacho del exdirector detenido por su implicación en la red criminal que operó en la petrolera e investigada por la Operación Lava Jato.
La polémica refinería de Abreu e Lima es uno de los principales objetivos de la Policía Federal en sus investigaciones, desde 2008 el Tribunal de Cuentas de la Unión detectó importantes casos de "superfacturación" en alguno de los contratos causando un prejuicio a la compañía de al menos 3.200 millones de dólares.
Además, existe la sospecha de que Paulo Roberto Costa habría repetido el mismo protocolo para aumentar los valores de la compra de la refinería de crudo en Pasadena, en Texas (Estados Unidos), un negocio nefasto para Petrobras de 1.180 millones de dólares, 47 veces el precio que desembolsó por la misma la petrolera belga Astra en 2005.
El exdirector Costa, detenido en marzo de 2014, es uno de los principales acusados en la Operación Lava Jato y propietario de varias cuentas bancarias en Suiza, que han sido bloqueadas por el propio Gobierno suizo en función de un acuerdo de colaboración con la Justicia Federal de Brasil, permanece bajo arresto domiciliario en su residencia de Barra da Tijuca, en Río de Janeiro.