El Boeing 777 de Malaysia Airlines se estrelló el 17 de julio cerca de la ciudad ucraniana de Donbás, las 298 personas que viajaban a su bordo murieron. Kiev culpó de la catástrofe a las milicias independentistas, la que a su vez dijeron no disponer de armas capaces de abatir un avión a más de 10.000 metros de altura.
"Nuestra misión especial de monitoreo sigue contribuyendo a garantizar el acceso al lugar de la tragedia para el equipo holandés", declaró el jefe adjunto de la misión de la OSCE, Alexander Hug.
También afirmó que no puede comentar las conclusiones sobre las causas del siniestro del avión por no tener la misión tal mandato, añadiendo que se harán del dominio público por los organismos competentes.
Unos fragmentos del avión importantes para la investigación fueron retirados del lugar de la catástrofe en noviembre y diciembre pasados y transportados a la base de la Fuerza Aérea holandesa de Gilze-Rijen.