Entre los que hacen oídos sordos a las críticas de Occidente, el 43% explican que en general mantiene una actitud malévola hacia Rusia y el 40% dicen que busca debilitarla por miedo a la competencia.
Nueve de cada diez entrevistados (87%) señalan con mayor o menor grado de seguridad que las naciones occidentales aplican una política hostil con respecto a Rusia. El 43% lo atribuyen al miedo, y el 46% al deseo de controlar las riquezas naturales del país.
Los menos receptivos ante la crítica, según el director del Centro Levada, Lev Gudkov, son los funcionarios y las personas de edad avanzada.
El 47% de los encuestados consideran que Moscú debe centrarse en el fomento de las relaciones con Pekín.
"China se presenta hoy como contrapeso a Occidente. Si antes la gente temía a ella y era consciente de que las economías de ambos países no son equiparables, ahora las actitudes han cambiado", constata el sociólogo.