La ceremonia de reapertura, así como el recuerdo a las víctimas de la masacre celebrado después, se llevó a cabo en medio de fuertes medidas de seguridad.
Se informa que ahora la escuela cumple con requisitos adecuados de seguridad, tales como cámaras de seguridad, muros altos con alambre de espinos, etc.
Las escuelas de todo el país también reabren sus puertas durante la jornada tras un periodo vacacional extendido a consecuencia del ataque que provocó la decisión del Gobierno de levantar la moratoria a la pena de muerte.
El 22 de diciembre las autoridades paquistaníes anunciaron que casi 500 condenados por delitos de terrorismo serán ejecutados en las próximas semanas.
El grupo Tehrik-e-Talibán Pakistán atacó el 16 de diciembre la escuela paquistaní dejando al menos 148 muertos, alumnos en su mayoría, y declaró más tarde que fue un acto de venganza contra los militares.