El líder de los socialistas, Pedro Sánchez, presentó hoy un decálogo que llevará a Bruselas el 28 de enero y que previamente discutirá en Washington con la directora del FMI y los asesores económicos de la Casa Blanca.
La iniciativa, que lidera el PSOE dentro del grupo socialista europeo, prevé acelerar la aplicación del denominado Plan Juncker para reanimar la economía europea, primando a países como España y Grecia con altísimas tasas de desempleo.
Sánchez propuso, a corto plazo, facilitar la ampliación de plazos y acordar rebajas de los tipos de interés en el pago de la deuda pública.
El decálogo, que ya ha discutido con sus homólogos europeos, pretende disipar lo que tachó de "amenazas" de Alemania para frenar la victoria del partido progresista Syriza.
"Defendemos que Grecia siga en el euro, para que la moneda común sea un proyecto irreversible. Los griegos deben sentir la solidaridad de Europa", señaló en una rueda de prensa en la sede de su partido.
Para Sánchez es necesario consolidar un euro "mucho más solidario y humano".
El dirigente socialista negó cualquier paralelismo entre la situación de Grecia y de España. Los desafíos españoles son "totalmente diferentes", entre otras cosas, porque el país heleno "se financia en tipos muy superiores".


