En cambio, la llamada "inflación subyacente" registrada se acercó más a la proyección en 2014, al marcar un incremento del 3,24%, un dato más indicativo de la realidad inflacionaria porque no considera productos de alta volatilidad o sin relación con el mercado, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La medición anual aparece distorsionada por nuevos impuestos aplicados en enero del año pasado por reformas fiscales, pero en 2015 ese factor no estará presente, según los anuncios gubernamentales.
Los aumentos mayores en México están relacionados con los energéticos y tarifas de servicios con un aumento del 5,55%, y en los productos agropecuarios apreciados en la dieta mexicana, como el huevo, el tomate y la cebolla, con el 8,61%.
El indicador inflacionario de mercancías registró un aumento anual del 3,5% en todo al año pasado, y la inflación de los servicios subió al 3,03% en el mismo lapso.
A pesar de la caída de los precios petroleros que presiona el tipo de cambio, la proyección del Banco de México para 2015 también es una de las más bajas de América Latina en 2015, con el 3,5% en el horizonte, en comparación –por ejemplo- con el 6,5% que los analistas esperan en Brasil este año, pero arriba del 2,6% que espera Chile.
El tipo de cambio inició 2014 a los 12,75 pesos mexicanos por dólar, y cerró el año en alrededor de los 15 pesos, una depreciación de casi el 18 %.
El precio del barril de la mezcla mexicana cayó el miércoles abajo de la barrera de los 40 dólares por barril, a los 39,94 dólares, la cuota más baja registrada desde el primer trimestre de 2009.
