En concreto, los 23.300 millones de dólares que Brasil obtuvo al exportar grano de soja en 2014 podrían haber alcanzado los 77.000 millones de dólares si el país sudamericano hubiese reinvertido la materia prima en la industria cárnica o de aceites industriales, un perjuicio de 53.700 millones de dólares que en el caso del maíz asciende a 9,1 millones de dólares.
Según los cálculos aportados por ABIOVE, una hectárea de tierra en Brasil produce unos 3.010 kilos de soja y unos 5.780 kilos de maíz, una producción que sumada debe rendir unos 2.974 dólares al ser exportado desde los puertos del país.
Sin embargo, con esas cantidades de soja y maíz podrían generarse, por ejemplo, unos 3.251 kilos de carne de cerdo que rendirían unos 8.540 dólares o 4.515 kilos de pollo por 9.251 dólares productos cárnicos con gran demanda en países como China, la Unión Europea o Rusia.
En el caso de este último, las sanciones impuestas por EEUU a raíz del conflicto en Ucrania, ha aumentado considerablemente su demanda de carne bovina que, sin embargo, se ha visto recientemente limitada por la caída del precio del rublo a consecuencia de la bajada en el precio del petróleo.
A pesar de los datos en el mercado de la carne, la soja en bruto continua siendo la principal commoditie de la industria de Brasil con un volumen de 31.400 millones de dólares en 2014, es decir, el 7,7% de las exportaciones totales del país sudamericano que en el último año alcanzaron los 242.000 millones de dólares.