"Israel está considerando las posibilidades para una acusación a gran escala en Estados Unidos y en otras partes", ha confirmado el funcionario israelí a distintos medios de comunicación hebreos.
Las denuncias no las presentaría directamente Israel sino que usaría a grupos extranjeros, incluidas organizaciones no gubernamentales, vinculados con Israel tanto en Estados Unidos como en otros foros internacionales.
Las acusaciones contra Abás y demás líderes palestinos se fundamentarían en que el presidente palestino firmó la primavera pasada un acuerdo con Hamás para establecer un gobierno de tecnócratas y Hamás está en la lista negra de organizaciones terroristas de Estados Unidos.
El anuncio del funcionario israelí llega en medio de las intensas consultas que mantienen los dirigentes israelíes para responder a la decisión de Abás de denunciar ante la Corte Penal Internacional de La Haya los presuntos crímenes de guerra que Israel comete a diario en los territorios ocupados.
La decisión palestina se concretó el pasado viernes en Nueva York, en la sede de Naciones Unidas, apenas unos días después de que el Consejo de Seguridad rechazara una propuesta de resolución para establecer un calendario de retirada israelí de los territorios ocupados.
Por otra parte, en relación con las posibles denuncias de los palestinos por crímenes de guerra, el Ejército israelí ha iniciado recientemente una campaña de investigación de algunos incidentes que ocurrieron durante la operación Margen Protector del verano pasado, cuando Israel invadió la Franja de Gaza por última vez.
Estas investigaciones, que han suscitado un notable malestar en el Ejército, tienen por objetivo frenar las acusaciones que se puedan hacer en los foros internacionales contra los militares israelíes, puesto que Israel podrá alegar que esos incidentes ya se han juzgado en Israel.