La Policía impidió que dos grupos de personas, compuesto por unas 200 y 500 subsaharianos, pisaran suelo español en una situación que se calificó de "máxima alerta".
La presión migratoria en Melilla se disparó esta semana con dos intentos de salto a la alambrada el 30 y el 31 de diciembre. Unos 150 inmigrantes lograron llegar a Melilla.
El presidente de la ciudad autónoma se quejó hoy de la pasividad de la Unión Europea. "El problema es que en la UE ha habido una comisaria de inmigración anterior que no nos ha entendido, y que desde centro Europa hacia arriba esto no afecta", dijo en unas declaraciones a Onda Cero.
Bruselas "tendría que responder ante la imagen dramática de personas que buscan algo mejor intentando saltar una valla", como sucede casi cada día.
Juan José Imbroda cifró en 5.000 los inmigrantes irregulares que llegaron a Melilla en 2014. El presidente autonómico reconoció que la cifra es "una gota de agua" para toda la inmigración que llega a Europa.
La Agencia de la Unión Europea para la Frontera Exterior (Frontex) informó la semana pasada que la organización esperaba una estabilización de las migraciones en España.
Frontex calculó que 7.000 personas fueron interceptadas por entrar irregularmente en España, una cifra muy baja comprada con los 170.000 que intentaron hacer lo mismo en Italia.