“Con este tipo de submarinos en la Flota del Mar Negro, ésta podrá cumplir efectivamente sus tareas como parte de distintas escuadras, tanto en el mar Negro como el Mediterráneo”, dijo Chirkov.
El martes, el segundo submarino de esta clase, el Rostov na Donu, entró a formar parte de la Armada rusa.
Varshavianka, versión modificada del proyecto 877EKM, pertenece a la tercera generación, desplaza 3.950 toneladas y puede navegar a una velocidad de hasta 20 nudos y descender a 300 metros de profundidad.
Su armamento incluye seis tubos lanzatorpedos de 533 milímetros, minas y sistemas de misiles Kalibr.
Es capaz de detectar una presencia enemiga a distancias hasta cuatro veces superiores al alcance de submarinos análogos de otros países.
La OTAN los ha denominado "agujero negro en el mar", por lo difícil que resulta detectarlos.