"A pesar de la complejidad del momento presente, las relaciones con la Unión Europea, vecina e importante socio económico y comercial, seguirán siendo objetivamente una de las prioridades de la política exterior de Rusia por muchos años", declaró la Cancillería.
Las relaciones entre Rusia y Occidente empeoraron por la situación en Ucrania. EEUU y la UA impusieron sanciones al país ruso. Moscú en respuesta restringió las importaciones procedentes de los estados que le aplicaron sanciones: EEUU, los países de la UE, Canadá, Australia, y Noruega.
"Los intentos de cargar la responsabilidad sobre Rusia por los sucesos en Ucrania, las sanciones impuestas unilateralmente y la guerra informativa lanzada por varios estados occidentales no han contribuido a arreglar la situación", se constata en el documento.
También se señala que "para salir del atolladero se necesita la disposición de todas las partes interesadas a ayudar a Ucrania a vivir este período difícil de su historia y a lograr una sólida paz y la concordia nacional".
En el apartado dedicado a las relaciones con EEUU, la Cancillería indicó que podrían mejorar si Washington "muestra la disposición a sostener un diálogo en pie de igualdad y de respeto mutuo de los intereses".
Al mismo tiempo constató que en 2014 Rusia y EEUU siguieron manteniendo contactos, incluidos a nivel cumbre, sobre la situación en Ucrania, la crisis siria, el arreglo del programa nuclear iraní y los conflictos de Oriente Próximo y África del Norte.