"Ni el presidente ni el Gobierno tendrán vacaciones largas", comentó Peskov precisando que la situación en el país requiere de atención y control diarios.
La víspera, el mandatario ruso comentó que el Gabinete no puede permitirse este año fiestas prolongadas.
Putin dio la bienvenida al año saliente en Jabárovsk, en el este de Rusia, donde visitó a las familias afectadas por las inundaciones de julio y agosto de 2013. Desde allí grabó su tradicional mensaje del Año Nuevo.
El portavoz del presidente, a la pregunta de cómo Putin va a celebrar la llegada del 2015, dijo en el Kremlin todavía no se respira el ambiente festivo porque hay "un montón de trabajo".