La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, nombró este jueves a 13 nuevos ministros, repartiendo cargos entre miembros de su partido y de formaciones aliadas; y decidió sustituir al anterior ministro de Deportes, Aldo Rebelo, del Partido Comunista de Brasil, que estaba en el cargo desde 2003.
Rebelo salió bien parado de la organización del Mundial de Fútbol y consiguió forjar una buena relación entre los órganos implicados en la organización de los Juegos –el Ayuntamiento de Río, el Gobierno del Estado y el Gobierno Federal, además del Comité Olímpico Internacional– por lo que desde estas instancias consideran su salida "una maniobra arriesgada" y un "error de estrategia", según apuntaron fuentes consultadas por el diario Folha de São Paulo.
Rebelo y su secretario ejecutivo, Luis Fernandes, eran los interlocutores del Gobierno de Rousseff con el COI y aunque entre abril y mayo la relación se tensó por los graves retrasos en las obras, desde entonces se han establecido canales de comunicación que ahora el nuevo ministro tendrá que comenzar desde cero.
En una reciente entrevista al diario Valor Económico y antes de saber que habría cambios en el Ministerio, el alcalde de Río, Eduardo Paes, dijo: "La Olimpiada no empieza en 2016, empieza en 2015, ya no hay tiempo para que un sujeto se entere de la historia".
Además de los recelos que despierta su inexperiencia –en su paso por la Cámara de Diputados nunca ha hecho mención a ningún asunto deportivo– Hilton también genera cierta desconfianza por su filiación política, pues tiene estrechos vínculos con la poderosa iglesia evangélica y es aliado de Marcelo Crivella, obispo de la Iglesia Universal.
Ambos militan en el Partido Republicano de Brasil (PRB) y en las pasadas elecciones Crivella fue candidato a gobernador del estado de Río, por lo que hay temores de que la llegada de Hilton al Ministerio sea una oportunidad para que los dos hagan oposición poniendo palos a las ruedas en la gestión de los actuales alcalde y gobernador de Río de Janeiro, Paes y Luiz Fernando Pezão, ambos del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB).