"En última instancia, lo indispensable será erradicar el control que el Estado Islámico ejerce en gran parte de Irak y Siria. Ya han aparecido en Libia y hay informaciones de que miembros de este grupo están en el norte de Afganistán, lo que queda muy cerca de Asia Central y las fronteras de Rusia", dijo Lavrov en una entrevista al periódico Kommersant.
Según Lavrov, "las amenazas se consideran en el contexto de una serie de otras tendencias internacionales". "Me refiero a la proliferación de armas de destrucción masiva, que está directamente relacionada con las actividades terroristas, incluyendo el Estado Islámico, el Frente al Nusra o Al Qaeda.
Otra amenaza mencionada por Lavrov es la producción de drogas. "La producción de drogas en Afganistán bate todos los récords. Por segundo año consecutivo se observa el aumento de cultivos de amapola para opio y una cifra récord en la producción de derivados del opio, la mayoría de los cuales se transporta por Asia Central y Rusia hacia el mercado europeo", dijo el ministro.