"Breivik no tiene intención de entablar relaciones sanas, en vez de eso, envía tantas cartas como puede", dice la nota, citada por el diario VG.
El 22 de julio de 2011, Breivik explotó una bomba en el barrio gubernamental de Oslo matando a ocho personas. Poco después, asesinó a sangre fría a 69 personas en un campamento juvenil en la isla de Utoya. Su condena de 21 años equivale en realidad a cadena perpetua, pues será prorrogable por períodos de cinco años.
Se comunica que durante su permanencia en la cárcel Breivik intentó mandar 220 cartas, 85 de las cuales en los últimos seis meses, a personas que no conocía antes de los atentados.
El abogado de Breivik, Geir Lippestad, declaró que prevé apelar la decisión del Servicio Correccional ante el tribunal.