"Debemos continuar la lucha antiterrorista y expulsar de la república a los venales defensores de derechos humanos que entregaron cuanto había de sagrado –el honor, la conciencia, la Patria, el pueblo – por el dinero de EEUU y Europa", afirmó Kadírov.
Dijo que "las falsas organizaciones pro derechos humanos siempre han ayudado a los bandidos, y siguen haciéndolo con mucho gusto porque les dejamos en paz cuando es necesario inspeccionarlas, cerrarlas, expulsarlas de Rusia".
Los guerrilleros que aún quedan en el Cáucaso Norte, como los autores del raid que se saldó con la muerte de 14 policías en Grozni a principios de este diciembre, "no son descarriados sino enfermos", a juicio de Kadírov.
"Es imposible curarles, solo aniquilarles", afirmó el dirigente checheno, dispuesto a aplicar "represalias más drásticas que en 1999 y 2000 a la gente que va contra el Islam, contra su pueblo y contra la ley".
Entre otras cosas, Kadírov mencionó la opción de "trasladarse a (las vecinas repúblicas de) Ingushetia y Daguestán para eliminar a todos los terroristas allí".
Al referirse a los yihadistas del Estado Islámico, el líder checheno señaló que "el EI es una organización terrorista engendrada por Europa Occidental y controlada por Israel".