"El ministerio de turismo y Antigüedades acordó rehabilitar el palacio de Husein, en el lugar donde anteriormente se situó la antigua ciudad de Babilonia, y convertirlo en un museo", dijo un represente de la autoridades locales a Iraqi News.
El museo recibirá más de 4.700 piezas que fueron robados, pero luego devueltos a Irak.
De momento, varios monumentos y objetos culturales están bajo peligro por la actividad del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que ya explosionó decenas de mezquitas, iglesias y sepulcros.
El EI, conocido anteriormente como Estado Islámico de Irak y el Levante, había centrado sus operaciones en Siria hasta que en junio pasado lanzó una ofensiva al norte y el oeste de Irak, donde se le unieron extremistas suníes, exmilitares del ejército de Sadam Husein y pequeños grupos terroristas.
En verano proclamó un 'califato' en las zonas de Siria e Irak que mantiene bajo su control.
El grupo se hizo famoso por su crueldad, el asesinato de miles de civiles y la toma de varios miles de rehenes.