Su compañía ha sufrido en los últimos días un masivo ataque por parte de piratas informáticos, ante el estreno de The Interview, la comedia que hace mofa del régimen de Corea del Norte y cuyos servicios de inteligencia habrían colaborado en el golpe.
Pero lo cierto es que muchas de las principales cadenas de cines de EEUU han anunciado que no proyectarían la película, y la propia Sony confirmó que retrasará su estreno. El principal temor de la empresa nipona es que los delincuentes informáticos, que se han apoderado de ingentes cantidades de información confidencial de la compañía, hagan público material tan sensible, en términos económicos, como el guión de la nueva entrega de James Bond.
Las palabras de Lynton quieren ser un cortafuegos a las palabras que apenas horas antes ha relizado el presidente de EEUU, Barack Obama, en su rueda de prensa antes de las vacaciones navideñas. "Espero que el nuevo Congreso quiera trabajar con nosotros en el blindaje de la seguridad informática para evitar que estos ataques sucedan. No podemos resignarnos a una sociedad en la que un dictador en algún sitio imponga la censura en EEUU".
"We cannot have a society in which some dictator someplace can start imposing censorship here in the United States." —President Obama
— The White House (@WhiteHouse) 19 декабря 2014
El escándalo por los ataques sufridos por Sony se enmarca en un contexto tumultuoso, con un espectacular aumento de los ataques informáticos contra numerosos organismos oficiales e importantes empresas de EEUU. La decisión de Sony se considera un gesto desafortunado, que envalentonará a los delincuentes, muchos de ellos presuntamente a sueldo de agencias de espionaje extranjeras.