El Gobierno conservador de Mariano Rajoy optó hoy por un perfil discreto y conservador para tomar las riendas de un dañado Ministerio Público, tras la abrupta dimisión ayer de Eduardo Torres-Dulce.
El Gobierno propondrá a Consuelo Madrigal como nueva fiscal general del Estado http://t.co/hgesTIV9mI pic.twitter.com/Tamkn0TG9x
— RTVE (@rtve) 19 декабря 2014
El Fiscal General del Estado presentó su dimisión por "motivos personales" con un escueto comunicado.
En los últimos meses, el Fiscal General tuvo serios enfrentamientos con el Ejecutivo de Rajoy.
Algunos de los más destacados fueron con motivo de la consulta independentista en Cataluña, por los casos de corrupción que azotan al partido del Gobierno, el Partido Popular (PP), y por la imputación de la infanta Cristina de Borbón, hermana del rey Felipe VI.
Tras esta dimisión, la Justicia española unió sus voces para denunciar las injerencias políticas que sufren en su trabajo.
El nombramiento de Madrigal, que se hará afectivo después de que el Consejo del Poder Judicial emita su informe y tras someterse al examen de la Comisión de Justicia del Congreso el próximo 8 de enero, intenta apaciguar los ánimos.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó, tras el último Consejo de Ministros del año que la trayectoria profesional de Madrigal es "absolutamente irreprochable" e insistió en que la dimisión de Torres-Dulce se desarrolló "en el ejercicio de la autonomía que caracteriza el propio funcionamiento de la fiscalía en nuestro país".
Sáenz de Santamaría negó de nuevo que se hubieran ejercido presiones al Fiscal o a la institución.
Todas las asociaciones de fiscales aprobaron la elección Madrigal, quien no está asociada a ninguna organización.
Hasta ahora Fiscal de Menores, Madrigal se enfrenta a un año difícil con temas como el fin del caso de la red corrupta de Gürtel o la polémica querella contra el presidente catalán Artur Mas por promover una consulta secesionista "ilegal" el pasado 9 de noviembre.