La concentración esta noche frente al Ministerio del Interior tiene como eslogan "no puedo respirar", la frase que el angoleño Jimmy Mubenga pronunció repetidamente antes de fallecer, a bordo de un avión en el aeropuerto de Heathrow, en octubre de 2010.
Este caso guarda un estrecho paralelismo con el fatal desenlace de Eric Garner, quien también protestó que no podía respirar al ser restringido por agentes de la policía de Nueva York.
Y en una repetición del caso judicial estadounidense, el Tribunal penal de Londres absolvió esta semana a los cuatro empleados de la firma de seguridad G4S, que estaban acusados de homicidio.
"La sentencia es perversa y lamentable", denuncia a Sputnik Deborah Coles, co-directora de Inquest.
La responsable de esta ONG que asesora en cuestiones legales relacionadas con fallecimientos contenciosos añade en conversación con esta agencia: "Es difícil conciliar la decisión del juez con los testimonios que escuchamos en el juicio. Más de veinte testigos juraron que oyeron a Mubenga decir: ´no puedo respirar´, ´necesito aire´".
Según han relatado pasajeros del vuelo de British Airways con destino a Angola, Mubenga fue restringido con inusitada fuerza por los guardas contratados por el Home Office.
La encuesta forense confirmó que había sufrido un fallo cardíaco a consecuencia de los excesos físicos de los guardas de seguridad.
"Las muertes de individuos que están bajo custodia policial, ya sean agentes del Estado o de compañías privadas, se están convirtiendo en un problema global", afirma Coles.
"Comienzan a resonar en todo el mundo desde los eventos de Nueva York", añade.
"Hemos trabajado con casos muy preocupantes de muertes ilícitas o causadas por excesiva violencia bajo custodia. ´No puedo respirar´ es un lema muy pertinente. Hay que difundirlo porque G4S opera en todo el mundo", advierte a Sputnik.
Cientos de personas se esperan esta noche en la manifestación convocada frente al Home Office, en el centro de Londres. "La gente está determinada a que sus voces se escuchen. Protestar es importante porque no se trata de casos aislados, sino de violencia y racismo sistemáticos", resalta Coles.