De 48 años y madre de dos hijos, Lane será consagrada obispo el próximo 26 de enero en la catedral protestante de York.
La selección y confirmación del nuevo cargo espiritual, que ha sido aprobado por la reina Isabel, pone fin a dos décadas de resistencia a la promoción de la mujer a los altos escalafones en la iglesia oficial de Reino Unido.
"Es un día extraordinario para mí y un día histórico para la Iglesia", ha señalado la reverenda visiblemente emocionada.
"Soy consciente de todos los que han rezado, trabajado y sufrido por este momento", ha añadido en referencia al largo y enconado viacrucis que ha supuesto lograr la igualdad de género entre los anglicanos ingleses.
El Sínodo General, órgano ejecutivo eclesiástico, aprobó el sacerdocio femenino en 1992 y el debate sobre la promoción de la mujer ha tropezado desde entonces con el bloqueo de evangelistas y tradicionalistas.
La moción se aprobó finalmente el pasado julio y cuatro meses después se ratificó la legislación que autoriza la consagración de obispos mujeres.
La Iglesia anglicana ha actuado con celeridad seleccionando a la reverenda Lena como asistente en el obispado de Stockport, integrado en la diócesis de Chester, en el norte de Inglaterra.
En los próximos meses se anticipa el nombramiento de otras mujeres como obispos a cargo de su propia diócesis, lo cual conlleva acceso a la Cámara de los Lores del Parlamento británico.
El foro equivalente en otros países al Senado reserva 26 escaños a los "lores espirituales", limitados a arzobispos y obispos de la iglesia anglicana.
Inglaterra avanza, sin embargo, con retraso respecto al conjunto de la comunidad anglicana, que cuenta con 29 mujeres obispos en el resto del mundo.