Hace dos años en la taiga del Lejano Oriente ruso fueron halladas cinco crías de tigre del Amur. Los pequeños fueron llevados a un centro de rehabilitación donde les nombraron Ustín, Borya, Kuzya, Ilona y Svétlaya.
En mayo pasado, el presidente ruso, Vladímir Putin, puso liberó a tres felinos, Kuzya, Borya e Ilona. Al mes siguiente fueron devueltos a su hábitat Ustín y Svétlaya.
A todos los tigres les pusieron collares con sensores que permiten seguir sus desplazamientos. Así se supo que Kuzya "emigró" a China a comienzos de octubre cruzando a nado el río Amur.
Ustín se desplazó en noviembre a la parte china de la isla Bolshoy Ussuriysky (Heixiazi, por su nombre chino), en la confluencia de los ríos Amur y Ussuri, cerca de la ciudad rusa de Jabárovsk.
Kuzya regresó a Rusia hace una semana y ahora Ustín ha seguido su ejemplo.
"Según información satelital, Ustín cruzó la frontera en la tarde del domingo. Se encuentra actualmente en el territorio ruso de la isla, cerca de la frontera. Se desplaza poco y muestra un comportamiento tranquilo", comentó Serdiuk.
Dijo también que entre los tigres machos jóvenes son más propensos a viajar. Es el caso de Kuzya y Ustín. Mientras Borya prefiere permanecer en un hábitat fijo. Las tigresas Ilona y Svétlaya tampoco se alejan más de unos 200-300 kilómetros del lugar donde fueron liberadas.
El tigre del Amur fue incluido en la Lista de Especies Amenazadas de Extinción. Habita en el extremo oriente de Rusia, en los Territorios de Primorie y de Jabárovsk. Según el último censo su población es de unos 450 ejemplares.
El animal puede medir hasta 380 centímetros y pesar hasta 300 kilogramos. Es el mayor de las seis subespecies de tigre.