"Australia es un lugar cómodo para los ataques terroristas, porque sigue con tanta aplicación la línea de EEUU que parece ser un dominio de EEUU, lo mismo que Canadá", dijo hoy el experto, agregando que atacar a Australia significa casi lo mismo que atacar a EEUU, pero resulta más fácil por la ausencia de seguridad en comparación.
En la mañana de este lunes, un hombre armado tomó como rehenes a un número indeterminado de personas en el Lindt Chocolat Café, un establecimiento situado en la zona peatonal Martin Place de Sidney y cercano a la sede del Banco Central de Australia.
A los rehenes les obligaron a colocar en la ventana una bandera negra con la inscripción en árabe: "No hay otro Dios, sino Alá, y Mahoma es su profeta". Según varios medios, el presunto secuestrador lleva aparentemente un "cinturón de kamikaze".
Las autoridades han desalojado una decena de edificios públicos cercanos, incluida la famosa Ópera de Sídney. Seis rehenes lograron escapar.
Yevséyev considera que "Australia se crea problemas ella misma", porque en vez de pensar en sus intereses nacionales procura ayudarle en todo a EEUU y "aplica una política que es continuación de la estadounidense".
Las autoridades de Australia por primera vez en la historia declararon alto nivel de amenaza terrorista en septiembre pasado. El primer ministro, Tony Abbot, anunció que uno de los líderes del grupo radical Estado Islámico (EI) ordenó a sus seguidores australianos efectuar varios asesinatos de "exhibición": elegir al azar una víctima, devolverla en la bandera del Estado Islámico y decapitarla.
El EI proclamó en verano pasado un "califato" en los territorios que controla que se extienden desde Alepo, en el norte de Siria, hasta la provincia de Diyala, en el este de Irak. Al combatir en Siria contra las fuerzas gubernamentales, el EI se granjeó la fama de uno de los grupos más crueles. Dio muerte a miles de personas, tomó como rehenes a varios miles, otros centenares de miles se convirtieron en refugiados.
Diversas ONGs han denunciado que las minorías en las zonas ocupadas por el EI son objeto de ejecuciones, conversiones forzadas, secuestros, torturas y violencia sexual.