El material, evaluado en 1,6 millones de euros, ingresó al país en un tren procedente de Rusia, comunicó anteriormente la policía moldava.
Tras una investigación de monitoreo a las actividades del grupo criminal, la policía y la fiscalia realizaron redadas en Chisinau y otras dos localidades e incautaron 200 gramos de uranio-238, 1 kg de mercurio y 1 kg de material radioactivo no identificado.
Este tipo de material podría emplearse para la elaboración de las llamadas "bombas sucias" –artefactos que diseminan radiación a la atmósfera.
Los siete detenidos forman parte de una red de crimen organizado. La policía moldava está cooperando con las policías de países vecinos para identificar a otros miembros de la banda.