La Casa Blanca ha tomado el rumbo a una confrontación con Moscú, a la que pretende echar la culpa de todo, afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista exclusiva con RIA Novosti.
"Los problemas en nuestras relaciones con EEUU comenzaron a acumularse ya antes de la crisis en Ucrania, y no por culpa nuestra (…), pero lo que se observa este año es mucho más lamentable: la Casa Blanca ha tomado el rumbo a una confrontación culpando a Rusia de todos los males habidos y por haber en relación con la crisis en Ucrania, en gran medida provocada por los propios estadounidenses", dijo el canciller.
Admitió que esta situación puede "evocar ciertas asociaciones" con la época de la Guerra Fría.
"Sin embargo, los tiempos en que una o dos superpotencias dictaban las reglas se han quedado en el pasado", afirmó.
"En el mundo actual, donde hay varios centros del poder, son inútiles los intentos de aislar a alguno de los actores clave o imponer recetas unilaterales alegando "excepcionalidad" como lo hace EEUU", apuntó el ministro.
Lavrov destacó al mismo tiempo que "hasta ahora, pese a todas las discrepancias con respecto a Ucrania, los estadounidenses afirman estar dispuestos a colaborar para resolver los problemas más candentes de la actualidad".
"Sin embargo, estas palabras y llamamientos se encuentran en una realidad paralela con las acciones de Washington, francamente inamistosas y atribuibles en parte al hecho de que la coyuntura política interna de EEUU, incluidas las campañas electorales, repercute considerablemente en la postura de nuestros socios estadounidenses", constató el jefe de la diplomacia rusa.
El ministro señaló a la vez que Moscú mantiene abierta la puerta al diálogo con EEUU —tanto en los asuntos bilaterales como en los internacionales— siempre y cuando sea "abierto y constructivo". "La pregunta es cuándo Washington estará preparado para cooperar en términos de una auténtica igualdad y respetar los intereses de Rusia, a los que no podemos renunciar bajo ninguna condición", dijo Lavrov.
Recordó que los líderes de los dos países, Vladímir Putin y Barack Obama, siguen manteniendo contactos de alto nivel y además han realizado diez conversaciones telefónicas en 2014, "todas bastante largas y la mayoría, por iniciativa de la Casa Blanca".
Al comentar el tema de defensa, Lavrov afirmó que "en un momento dado" Rusia se verá obligada a tomar medidas "adecuadas para garantizar su seguridad" ante el despliegue del escudo antimisiles de EEUU.
"No nos dejaremos enredar en una costosa carrera armamentista, pero garantizaremos la capacidad defensiva de nuestro país", dijo.
A la vez, constató que en la actualidad viven su peor momento las relaciones entre Moscú y la OTAN.
"La OTAN sigue optando por una contención de Rusia, fortaleciendo su potencial militar y ampliando de forma consecuente su presencia cerca de la frontera rusa", señaló el ministro al advertir que "estas acciones no hacen sino atizar la tensión y socavar la estabilidad en la zona euroatlántica".
Aseguró sin embargo "que es necesario mantener abiertas las vías para un diálogo político, tarea en la que se concentra ahora la representación permanente de Rusia ante la OTAN".
