La organización SOS racismo publicó hoy en Madrid el Informe anual del racismo en el estado español en el que muestran como aumentan ligeramente las actitudes racistas en las instituciones.
"Por ámbitos de discriminación, el racismo institucional ocupa el primer lugar englobando aquellas denuncias que tienen que ver con la situación de los CIE, temas de nacionalidad, trámites de extranjería y otras cuestiones en las que las instituciones no han actuado correctamente", explican fuentes de la organización.
SOS Racismo recibió 397 denuncias por discriminación en España en 2013, un aumento respecto a las 380 del año anterior.
El secretario de la organización, Mikel Mazkiaran, aseguró en la rueda de prensa que el Ejecutivo conservador de Mariano Rajoy "está centrado en la frontera de Melilla" y ha pedido al Gobierno que "empiece a gestionar la inmigración en lugar de centrarse en la extranjería".
Mazkiaran también criticó la "poca intención del Ejecutivo de agudizar el registro de denuncias en toda España". "Todos los años estamos hablando del mismo problema y es la falta de datos oficiales en cuestiones relacionadas con la discriminación. Por este motivo volvemos a hacer esta petición un año más".
El secretario de la organización insistió en esta idea porque explicó que "existe una gran diferencia entre el número de situaciones discriminatorias que pueda padecer la población inmigrante y las denuncias que se interponen". De hecho, el informe ya aclara que hasta un 80% de los casos de discriminación, no se denuncian.
"La causa es que hay poca confianza en el sistema para la resolución de estos conflictos racistas unido al temor a denunciar por parte de inmigrantes en situación irregular", señaló Mazkiaran en la rueda de prensa.
Además, ha denunciado que España "carece de medidas antidiscriminatorias" y que "las políticas de integración continúan sufriendo los recortes presupuestarios".
Avance de la extrema derecha
La organización también ha puesto énfasis en el desarrollo de fuerzas políticas de extrema derecha con discursos marcadamente xenófobos. "La crisis económica y los recortes han extendido entre los ciudadanos un euroescepticismo. Esta cadena de sentimientos y posturas que ha brotado a raíz de la crisis ha sido el mejor caldo de cultivo en los últimos años para las fuerzas de la extrema derecha en Europa, que han aprovechado la situación para reforzarse y presentarse como alternativas ante la debacle de los partidos tradicionales y de la política en general", explica la organización.
"Estas fuerzas deben ser temidas por los efectos miméticos que producen en el sistema", señalan.
Mazkiaran advirtió durante la rueda de prensa que "España cuenta con todos los elementos" para que puedan surgir estas fuerzas de "ultraderecha".